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arañas

Empecemos por el principio, ya que hemos leído en muchas informaciones englobar a las arañas en el grupo de los insectos, cuando no lo son. Las arañas no son insectos, sino arácnidos. Tanto los arácnidos como los insectos son animales invertebrados pertenecientes al filo de los artrópodos2. ¿Cómo son las arañas reclusas?

Las arañas reclusas son arañas de tamaño pequeño, entre uno y dos centímetros, y se incluyen en el género Loxosceles, que recoge aproximadamente unas 70 especies distintas en todo el mundo. Entre las arañas más conocidas de este género se encuentran varias especies que pueden presentar algún riesgo sanitario para el hombre, entre las cuales están las especiesLoxosceles reclusa y Loxosceles laeta, ambas de distribución americana y que no se encuentran de forma natural en la Península Ibérica.

De localizarse algún ejemplar, hecho del que no hay ninguna constancia que sepamos hasta la fecha en la escribimos esta publicación, se trataría de animales introducidos de manera accidental, probablemente a través de la venta y distribución de algún tipo de planta tropical, aunque sería algo anecdótico puesto que los ejemplares de ambas especies no se caracterizan precisamente por adaptarse con facilidad a nuevos hábitats, por lo que sería muy rara la naturalización de dichos ejemplares.

Loxosceles laeta
Loxosceles laeta
Loxosceles reclusa
Loxosceles reclusa

Las arañas perteneciente a este género, Loxosceles, tienen algunas características que permiten distinguirlas de otros grupos, como son las que nombramos a continuación, aunque insistimos en la dificultad para distinguir especies concretas de arañas, siendo en la mayoría de los casos muy difícil a simple vista:

- Tres pares de ojos en el cefalotórax, agrupados de dos en dos, en lugar de los cuatro pares que suelen tener la mayoría de grupos de arañas.

- Una protuberancia de color oscuro con forma de violín invertido en la parte dorsal del cefalotórax, debido a la cual este grupo de arañas también toma el nombre de arañas violinistas. Cabe destacar que no podemos quedarnos con que la mera presencia de esta marca sea una señal distintiva única de esta especie, ya que muchas otras arañas del mismo género e incluso de otros distintos también tienen algo parecido; es más, en muchas ocasiones se busca únicamente el violín como señal para reconocer a estas arañas, cuando haría falta una identificación a un nivel más profundo. Además en algunos ejemplares hay que poner un poco de imaginación para ver el famoso “violín” en la protuberancia.

- Es de color marrón, pudiendo tener varias tonalidades en distintas partes del cuerpo, así como variar también en tono en los distintos ejemplares, siendo algunos más claros y amarillentos y otros más oscuros y rojizos.

Detalle del cefalotórax de una araña del género Loxosceles
Detalle del cefalotórax de una araña del género Loxosceles

Estas arañas son de hábitos nocturnos y se esconden en sitios oscuros donde esperan a sus presas (diferentes tipos de insectos). No es una araña doméstica y suele encontrarse en zonas cálidas, sin embargo, también se pueden encontrar en las casas, habitualmente buscando refugio durante los meses fríos de invierno o por adaptación al medio urbano donde pueden encontrar recursos con facilidad, prefiriendo esconderse en sitios estrechos y oscuros, como detrás de los cuadros y muebles o debajo de los estos.

3. ¿Qué especie de araña reclusa podemos encontrar en la Península Ibérica?

La especie que habita en la Península Ibérica es la araña parda mediterránea o Loxosceles rufescens. Esta araña no solo se encuentra en la Península Ibérica, sino que tiene una distribución que podemos llamar circun-mediterránea, es decir se extiende por países y regiones en torno a dicho mar, además de otras como Estados Unidos, Este asiático, Australia, Madagascar y algunas islas del Pacífico y del Atlántico.

Podemos afirmar por tanto que es una especie cosmopolita que se distribuye ampliamente por todo el mundo, al contrario que las otras dos especies mencionadas anteriormente. De esta manera, queda claro que Loxosceles rufescens no es una especie que proceda de Norteamérica, ni que haya sido introducida, sino que, como muy bien dice Dª. Elvira Ocete Rubio, Catedrática de Entomología de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla, “llevan con nosotros toda la vida…“. En algunos de los artículos consultados para la realización de éste se dice que es una especie endémica de la Península Ibérica, lo cual no es correcto, puesto que una especie endémica es aquella que es propia y exclusiva de una región o zona limitada.

Loxosceles rufescens
Loxosceles rufescens

4. Entonces, ¿cuál es la especie de araña reclusa que se ha encontrado en Montequinto y otras zonas de Sevilla en las últimas semanas?

Todos los ejemplares determinados por el Departamento de Entomología Aplicada de la Universidad de Sevilla desde que llegó el primer ejemplar en 2013, hasta los últimos del día 14 de mayo de 2014, pertenecen a la especie Loxosceles rufescensDesde la Facultad de Biología no se ha mencionado en ningún momento a Loxosceles reclusa ni a Loxosceles laeta como causante de los percances ocurridos en Montequinto, como parecían sugerir algunos medios.

Aunque la diferenciación de ejemplares del género Loxosceles no es fácil y presentan muchas características en común, existen algunas características diferenciales que permiten la diferenciación de L. rufescens de otras especies más peligrosas, como L. reclusa. Estas diferencias se presentan en pequeñas partes de los órganos, que son en las arañas como su DNI, así como en el dibujo en forma de violín del cefalotórax, que presentan líneas más rectas y angulosas en L. rufescens y líneas más curvas en L. reclusa, como bien se puede observar en las siguientes fotografías.

 

a) Forma del violín de L. reclusa. b) Forma del violín de L. Rufescens
a) Forma del violín de L. reclusa. b) Forma del violín de L. Rufescens

Para poder observar estas pequeñas diferencias, hace falta un estudio completo de genitalias, bajo las lentes de una lupa binocular que amplíe la imagen lo suficiente para poder ver los detalles. En la identificación de los ejemplares en el departamento de Entomología han participado los doctores D. Javier Soria, Dª Mª Angeles López, D. Antonio Gallardo Cano y Dª Agustina Jiménez.

5. ¿Qué problema puede suponer la mordedura de las arañas del género Loxosceles?

El síndrome producido tras la picadura de ejemplares de este tipo de arañas es llamado aracnoidismo o loxoscelismo, y se caracteriza por una ulceración necrótica de la piel causada por la toxicidad de las enzimas proteolíticas de su veneno, siendo uno de los principales componentes la esfingomielinasa D. Las reclusas americanas, Loxosceles laeta y Loxosceles reclusa, tienen un veneno de acción proteolítica y necrolítica (disuelve poderosamente las proteínas y los tejidos). El daño provocado por estas arañas puede llegar a ser grave, sin embargo la mordedura a veces es dolorosa y a veces no.

El loxoscelismo puede presentarse en los pacientes en dos formas, según el cuadro clínico que presenten: Loxoscelismo cutáneo y loxoscelismo sistémico o cutáneo-víscero-hemolítico.

- El loxocelismo cutáneo se caracteriza por la aparición de una lesión local que comienza con picor y que se va volviendo progresivamente dolorosa con edema local-regional. En el sitio de la picadura se forma una vesícula o pápula que puede evolucionar a una placa eritematosa, con áreas rojo violáceas alternando con otras pálidas, que a los siete días oscurece formándose una escara que deja una úlcera de lenta cicatrización.

 

Loxocelismo cutáneo leve
Loxocelismo cutáneo leve

- En las formas severas de loxocelismo sistémico hay fiebre alta, mialgias y anemia hemolítica con ictericia y hemoglobinuria, que puede llevar al fracaso renal agudo y, en ocasiones, al coma.

A pesar de todo esto, en el 90% de las mordeduras analizadas en hospitales de todo el mundo, los síntomas son leves y curan sin llegar a producir necrosis severas. En algunos estudios al respecto, se habla de una incidencia estimada de loxoscelismo dermonecrótico severo que requiera hospitalización de 0,37 casos por cada 100000 habitantes al año.

6. Entonces, ¿puede la especie ibérica producir los síntomas explicados anteriormente?

Afortunadamente la especie ibérica, Loxosceles rufescens, no llega a presentar síntomas tan extremos de loxoscelismo sistémico en caso de mordedura y los efectos del veneno, a pesar de ser de la misma naturaleza que los descritos anteriormente, afectan a las personas en menor medida, siendo en la mayoría de los casos, cuadros de loxoscelismo cutáneo leves, que solo en el caso de personas alérgicas al veneno, o con otros factores que potencien su efecto puede llegar a producir necrosis que afecten a una gran superficie.

Cicatriz tras mordedura de Loxosceles rufescens en un paciente en Turquía
Cicatriz tras mordedura de Loxosceles rufescens en un paciente en Turquía

En España, no se ha descrito hasta ahora ningún caso de loxocelismo sistémico, siendo la mayoría del tipo cutáneo leve, ya que son producidos por Loxosceles rufescens.

El único caso de gravedad reportado es el que citan algunos medios de comunicación de una niña de 11 años alérgica a dicho veneno, y recientemente se ha hablado de el caso de otro hombre, del que no han trascendido más datos. En Alcalá de Guadaira se ha producido una mordedura a una niña, aunque se desconoce la especie causante.

 


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